El Mono que salió a cortar un centro y descolgó un Rock and Roll
- revistarocangol
- 24 may 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 21 jun 2021
Germán Adrián Ramón Burgos marcó una época en el fútbol argentino, fue el encargado de continuar con la excentricidad que inició Hugo Orlando Gatti, tapó penales, integró dos listas mundialistas, venció al cáncer y, como si fuera poco, hizo rockear tanto a España como a su propia patria.

Oriundo de Mar del Plata, el 16 de abril de 1969, el Germán Burgos inició en Ferro lo que sería una correctísima trayectoria como profesional del fútbol. Muy importantes fueron para eso su metro ochenta y ocho de estatura, y su personalidad, tan eléctrica como imprevisible, tan simpática como abrumadora. En total, fueron 337 los partidos jugados en el profesionalismo por el Mono, repartidos entre el cuadro de Caballito, River, Mallorca, Atlético Madrid y Selección Argentina. Seis títulos con el Millonario, incluída la Copa Libertadores 1996, un asceso a Primera División con el Aleti y dos citaciones mundialistas con la Albiceleste para Francia 1998 y Corea-Japón 2002.
Pero a pesar de sus logros, hazañas y proezas debajo de los tres palos, el hombre de los tres nombres decidió a partir de 1992 combinar su vocación futbolera con su pasión por la música, gestada gracias a Los Rolling Stones, Beatles y Led Zeppelin. Fue así que en 1992, el arquero marplatense que por entonces defendía la valla verde de Ferro, formó su primera agrupación, llamada La Piara, con la que se dedicó a interpretar covers de Los Ratones Paranoicos, Pappo y la mencionada banda liderada por Mick Jagger. Así como dentro del campo era el dueño de la 1, en su banda hacía las veces de cantante y punta de flecha.
A fines de la década de 1990, tras la separación de La Paria, Germán dio origen a Burgos Simpatía, banda con la que grabó y publicó su primer álbum en 1999, denominado Jaque al Rey. Desde dicho lanzamiento hasta 2006, el Mono fue protagonista del lanzamiento de tres discos más, Fasolera de Tribunas, Líneas Calientes y Abismos, aunque los últimos dos con la rebautizada The Garb (en alusión a las iniciales del guardameta y cantor). Durante aquella etapa de producción, grabación y publicación discográfica, Burgos se dio el lujo de recibir la colaboración de representantes de la cultura rock tales como Miguel Vilanova, Juan Antonio Ferreyra, Claudia Puyó y el grupo español Mago de Oz.

Su personalidad dentro de la cancha, su desfachatez en los escenarios y su fortaleza mental para afrontar la vida fueron factores fundamentales para vencer al cáncer de riñón que se le diagnosticó en 2003, un año antes de retirarse del fútbol. Una vida llena de atajadas y rock no podía terminar con un pitazo final tan triste. El Mono jugó, peleó y, a fin de cuentas, ganó el partido más difícil para retornar a los teatros al grito de ‘Será un Rolling Stone’ y, tiempo más tarde, acompañar como ayudante de campo a su amigo Diego Pablo Simeone en el ciclo más exitoso de la historia del Atlético Madrid.
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